Se acabaron las vacaciones, la playa y los espetos de sardina. Comienza el año, vuelvo a la ciudad pero todavía me siento a mitad de camino, mi energía es aún lenta, calmada, aunque mis pies andan rápido a pesar del erizo que pisé que parecía querer castigarme por dejar todo aquello un día después.

Rulo y rulo con el coche, busco aparcamiento durante media hora, gritan gritos, bocinas de coche, humo, jaleo...lo que me da la ciudad que yo he elegido y lo que quiero cuando se hace de noche y en mi alcoba encuentro el calor para mi corazón en llamas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

me encanta tu final: el calor para mi corazón en llamas, dios, eso es vida

s

Xueh Magrini Troll dijo...

ayyyy....que bonito eso que escribisteee....;)

motorgrafico dijo...

guapa, se te ven las bragas!!!